edacción Quito A los 15 años de edad, Diego Andrade pisó por primera vez una cancha de fútbol barrial. Fue en el equipo Bellavista de la Tola, uno de los más tradicionales de la capital, donde este arquero de grandes condiciones dio sus pasos para convertirse en el portero principal de la selección ecuatoriana de fútbol sala y de salón. “ESTÁN PENDIENTES” Diego, quien actualmente tiene 23 años, sonríe cada vez que habla del equipo en el que nació futbolísticamente. “Yo inicié jugando en canchas de tierra, con los amigos del barrio. Luego fui a la ESPE y posterior a eso a las respectivas selecciones. Cada vez que tengo tiempo me doy una vuelta por la Tola para estar con mis amigos, quienes nunca se olvidan de uno, están pendientes de lo que se hace con la selección”, expresó. “SOY AFORTUNADO” El portero, quien además ha probado algo de suerte en el Aucas, Deportivo Quito y Cuniburo, está agradecido por todo lo que le ha dado el fútbol sala. “He sido convocado por tres ocasiones a las selecciones, soy el único jugador que ha defendido el arco en el fútbol sala y de salón. Esto me ha dado mucho más que el fútbol profesional, donde no he tenido suerte. Jugué el mundial en Colombia, tengo varias giras a nivel internacional y varios torneos nacionales. Esto es mi vida y pasión”, dijo. JUGAR EN EL EXTERIOR Con su experiencia al cuidado del arco tricolor, Diego ha tenido varias propuestas de jugar en el exterior. “Actualmente estoy bien en el equipo tricolor, pero sí he tenido algunas propuestas para jugar en otros países. Por el momento no pienso en eso, hay que tomar con calma las cosas y hacer lo correcto”, finalizó. Actualmente juega en el equipo del Barcelona de La Floresta, con el que participa en el torneo Campeón de Campeones de la Fedeligas. (DC)
